El pasado viernes, 3 de diciembre de 2010, nuestro centro celebró el trigésimo segundo aniversario de nuestra Constitución Española. La fiesta tuvo lugar en el Pabellón Municipal de Deportes de Castilleja de la Cuesta y quisimos aunar las virtudes de la Carta Magna con las virtudes del deporte, por lo que organizamos una serie de competiciones deportivas en las que participaron todos los alumnos del centro.
Cuando una persona descubre los beneficios de darse un paseo, de pasar un rato respirando, de pedalear una bicicleta, de trepar una montaña, de una actividad física de cualquier tipo, sobre todo si, tras ese descubrimiento, no produce cansancio ni provoca agujetas y se convierte en placentera, esa persona termina enganchada. ¿Como si fuera una droga?. «Es que la actividad deportiva es una droga, pero en sentido positivo», sostiene Antonio Jesús Casimiro Andújar, profesor de la UAL y preparador físico, que ayer presentó su última publicación 'Actívate. Cuerpo y mente en movimiento», editado por Plataforma Editorial (Barcelona).
Antonio Casimiro parte de un principio básico y fundamental que estipula como «Hemos nacido para movernos» y defiende, en consecuencia, que la actividad física es no solamente la herramienta más adecuada para cumplir con ese fin impreso en la naturaleza humana a la vez que un tanto desconocida en cuanto a su aporte para la felicidad, sino también el mejor fármaco, también natural, para conseguir el bienestar tanto en el plano físico como el psicosocial y que ese bienestar, con algún que otro vaivén en su grado de consecución y disfrute por los avatares de la existencia, dure el mayor tiempo posible a lo largo de la vida, de la que todos los humanos solamente disfrutan una.
Autoayuda
Tras negar que su obra entre dentro de género de libros de autoayuda, Antonio Casimiro llama la atención sobre la posibilidad de que aparezca una obsesión con la actividad física y que se preste más atención al musculito, por parte del hombre, o a la delgadez, por parte de la mujer, que al equilibrio psicofísico o incluso que un exceso de deporte llegue a poner en peligro la misma salud.
«El sofá también es superútil» asegura a continuación este profesor de la UAL y preparador físico porque «hay que buscar el equilibrio entre los momentos de estar tumbado y los momentos de estar en movimiento. Hay que buscar tiempo para las dos cosas». Antonio Casimiro considera que puede ser que en la actualidad esté más vigente que nunca la consideración lanzada en el siglo I por el poeta latino Juvenal y que han hecho suya a lo largo de veinte siglos muchos otros: 'mens sana in corpore sano'. Él mismo reutiliza esa idéntica idea en el título y desarrolla luego a lo largo de 173 páginas: 'cuerpo y mente en movimiento'.
El autor precisa que ha preferido utilizar el término mente frente al clásico alma por las connotaciones que conlleva éste segundo y que ni aborda en su publicación ni quiere abordar. «La mente es la que nos dirige en el caso de las personas», defiende al mismo tiempo que insiste en el papel y en el poder la actividad física para estar bien con uno mismo y, por tanto, con todos los demás y que puede cobrar más importancia aún si se tiene en cuenta la crisis de valores de la sociedad actual y la advertencia de la OMS acerca del grado de incidencia que tendrá la depresión en toda la humanidad dentro de pocos años.
«La actividad física es algo que puede hacer cualquier ciudadano, de cualquier edad, en cualquier sitio del mundo», sostuvo y consideró antinatural el proceso de robotización que se realiza desde hace tiempo a la hora de crear juegos para los niños.