En la mayoría de las comunidades autónomas, salvo las de lengua propia, se suelen convocar cada dos años oposiciones para una determinada etapa educativa, en 2011 correspondía a Infantil y Primaria.
La crisis y los recortes presupuestarios está haciendo que la mayoría de estas comunidades, salvo las de lengua propia, estén decidiendo congelarlas.
La administración estatal, en la ley de presupuestos, establece que no se puede reponer más de un 30% de las jubilaciones que se produzcan. Esto hace que algunas comunidades, antes de convocar un número irrisorio de plazas, prefieran congelarlas. Otras que sí tenían interés en convocarlas se están viendo abocadas igualmente a congerlarlas para evitar el efecto avalancha de opositores de las comunidades que han decidido lo contrario.
Las de lengua propia no congelan porque precisamente el conocimiento del idioma restringe la posibilidad de que opositores de otros lugares del estado puedan presentarse.
El caso es que en estos dos últimos años, es de suponer, que el número de jubilaciones haya sido y sea muy numeroso, especialmente el presente, que es el último de jubilación LOE. Por tanto, o la ratio sube de 1/25 a 1/35 ó 1/40, o se eliminan todos los maestros de refuerzo, o algunas clases las darán los propios padres... Si por el contrario alguien tiene que ocupar estas plazas que dejan los compañeros que se jubilan y no se cubren por oposición, supongo que será a través de personal interino o mediante sustituciones y habrá que pagar a estos maestros, no creo que lo hagan gratis...
En este caso no se entiende cuál va a ser el ahorro en sueldos de maestros.
No entiendo cómo en un servicio prioritario del estado y de muchas de las comunidades autónomas, como es la educación, se puede poner límites de este tipo, más y aún cuando solemos salir en la cola de los informes de calidad educativa.
No entiendo que cuando una Ley Orgánica, como la de Educación, establece que se ha de reducir el número de interinos, en cambio la medida que, desafortunadamente, se va a acordar servirá para aumentar el número de integrantes de este colectivo.
Entonces ¿cuál es el ahorro?
En vez de fomentar un empleo poco estable que condiciona en gran medida la calidad de la educación, no sería mejor de dotar a los centros de un personal con estabilidad.
Constantemente nuestros políticos hablan la necesidad de utilizar criterios pedagógicos para todo, pero son ellos precisamente los que menos lo utilizan o le preocupan. Son ellos los que promulgan leyes para incumplirlas. Pero al profesorado no paran de apretarnos las tuercas poco a poco, nos recuden el sueldo, nos devalúan ante las familias, nos aumentan las funciones, trabajamos en condiciones cada vez más insoportables, nos solicitan más trabajo burocrático, nos evalúan y comparan, nos meten en planes y proyectos educativos que ellos no valoran, porque al final sólo interesa los resultados de las pruebas de diagnóstico, es decir que los niños sepan leer y escribir.
Entonces qué hacemos perdiendo el tiempo en desarrollar otras competencias, en fomentar valores y actitudes, en conmemorar los días de la Paz, los derechos del niños, la Constitución... si todo ésto nos aparta de la instrucción pura y dura.
Si éste es el interés por la educación seguirán dando palos de ciego, después que no se quejen y le echen la culpa a otros.
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